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paso 1
Batir las yemas con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa, casi blanca. Batir por separado las claras de huevo con una pizca de sal y combinar los dos compuestos. Vierta la harina tamizada y mezcle todo bien. Dividir la mezcla en dos moldes previamente engrasados y enharinados de ø 25 y h 5 cm y cocer en horno precalentado a 170 ° durante unos 40 minutos. Mientras tanto, prepara la natilla de fresa: calienta la leche a fuego medio y apaga el fuego en cuanto empiece a hervir. Mientras tanto, en un bol, con ayuda de la batidora planetaria, batir las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una crema tersa y espumosa. Vierta parte de la leche tibia sobre la mezcla, revolviendo constantemente para evitar grumos. Tamizar la harina y añadirla poco a poco a la nata, mezclando siempre con un batidor. Agrega el resto de la leche y deja que hierva, revolviendo constantemente. Baja el fuego y continúa cocinando por otros 2-3 minutos. Retirar del fuego y agregar 2 cucharadas de Pasta de Fresa y mezclar bien. Una vez que los pasteles se hayan enfriado, puede comenzar a ensamblar. Recorta bien la superficie quitando cualquier tapa superior con un cuchillo; mojar los postres siguiendo las dosis indicadas en el paquete y rellenarlos con la natilla de fresa. Cubra los bordes y la superficie con una capa ligera de hielo real (consistencia fluida); esta operación es necesaria para cubrir la torta con la pasta de azúcar. Una vez cubierto decora directamente la superficie del pastel usando la guinda real con los cruasanes para flores directas siguiendo el paso a paso. Termine los espacios vacíos del ramo con hojas de azúcar utilizando el croissant n ° 254.
